«YA TENGO 1 AÑO»

¡Qué bien me lo pasé en mi primera fiesta de cumpleaños! Ver lo contentos que estabais al preparar para mí esta fiesta y luego celebrándola todos juntos y con tantos regalos...

Creo que vosotros habéis hecho un buen trabajo todo este año. En realidad mi fiesta de cumpleaños debería ser para felicitaros a vosotros, que me habéis cuidado con dedicación durante estos doce meses.

Este “trabajo” va teniendo sus frutos ¿verdad? Ver cómo aprendo y cómo me alegra vuestra presencia es una agradable recompensa por los ratos de duda y preocupación que os he hecho pasar. Por eso os digo ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!

Algunos padres piensan que la peor etapa de sus bebés es el primer mes. Otros que... todo el primer año. Algunos temen más aún a “los terribles dos años”. Y otros se agobian de pensar en que un día llegaremos a la adolescencia. Todas las edades tienen sus aspectos agradables y sus dificultades específicas. Pero lo mejor es vivir al día, disfrutando del presente y afrontando las dificultades una a una, a medida que aparecen. Los ratos felices compartidos ayudarán a superar los problemas del futuro.

Ya sé hacer muchas cosas. Tengo ya tantas habilidades que es difícil enumerarlas todas. Aunque los bebés somos muy diferentes unos de otros, a esta edad, casi todos podemos decir palabras más o menos claras, pero con sentido. Además, entendemos el significado de otras muchas palabras.

Durante este periodo todo despertará mi curiosidad. Aunque me muestre interesado por un objeto en concreto, no le prestaré más de dos o tres minutos de mi tiempo, ya que son demasiadas las cosas nuevas y no puedo detenerme mucho en cada una de ellas.
En las tiendas infantiles encontrareis infinidad de juegos acordes con mi edad, aunque es probable que me sienta más atraído por cosas a las que no dais importancia como recipientes de plástico, cucharas (u otros objetos) de madera, cartones, cajas de zapatos... Me divierto con este tipo de cosas, las golpeo, las agito, las lanzo contra el suelo para escuchar su sonido... Todo me fascina... y si me escondéis algo bajo una manta, por ejemplo, ya estaré pendiente para levantarla y recuperarlo.

Es precisamente en este periodo cuando empiezo a buscar el apoyo de un adulto si no puedo hacer algo yo solo. También doy muestras abiertas de lo que siento en cada momento (extrañeza, alegría, disgusto...).
El afecto hacia otra persona lo suelo demostrar haciendo "cariños" y dando besos.
Cuando hay varias personas en una misma habitación, miraré a la correcta cuando sea nombrada y haré lo mismo si me preguntan por algún objeto conocido.

Me gusta que me leáis un cuento, señalando las figuras y que me dejéis aprender a pasar las páginas.
Pronto comenzaré a usar objetos de forma correcta: el vaso para beber, el cepillo para el pelo, el teléfono para hablar...

No os olvidéis de que esta es la época ideal para que me vaya olvidando de los biberones y coma con vosotros, masticando y con cubiertos (aunque ensucie un poco). Necesito sentarme ya a la mesa con vosotros. Para aprender a tomar comidas “de niño mayor”. Para practicar con la cuchara y el tenedor yo solo. Si vosotros coméis cosas sanas, yo también puedo tomarlas. Por eso ya puedo comer de toda vuestra comida (bueno, menos las que tienen picante, especias, o demasiada grasa). Además, así adquiero cada día más capacidad de valerme por mí mismo.

Cumplir un año es decir adiós a la primera infancia. Apoyado sobre mis pies y empezando a dar mis primeros pasos (con vuestra ayuda) me dispongo a entrar en una nueva etapa llena de cosas por descubrir y experiencias que probar.